domingo, 4 de mayo de 2008

Diseñando libros... y escuchando musiquita

Lamento haber interrumpido la actualización de mi blog pero he tenido una carga de tarea medio fuerte, sobre todo de mi optativa. Lo siento. Bueno, ya seguiré con mis resúmenes.
Tuve qué pedir apuntes para le tema del equipo 6 porque no estuve en esa clase, por tanto, advierto, mi resumen va a parecerse un poco a otros. Pero bueno, empezaré.
El diseño de libros es el siguiente paso a realizar en la transformación de un manuscrito en libro. Aquí, podríamos decir, que ocurre el punto medio entre la oruga y la mariposa. El diseño del libro es el capullo que transforma el manuscrito en libro. Todo lo anterior es la preparación y “tejido” del capullo y lo posterior es la ruptura de éste.
Pero bueno, basta de analogías. El diseñador es el que escoge todo en un libro, a veces libremente y en otras ocasiones guiado por la editorial. Es importante aclarar que lo importante en el diseñador no es el título propiamente sino el buen gusto que éste porte. Y el conocimiento de la maquinaria editorial para poder hacer las mejores elecciones con el menor precio posible.
El diseñador no sólo dibuja la portada sino que también suele escoger los tipos en los cuales se apoyará para el contenido del libro. De hecho, existe un método para contar el número de caracteres en un libro. De acuerdo a los apuntes que me prestaron, se debe escoger una hoja al azar, contar las letras y símbolos uno por uno y posteriormente multiplicar esto por el número de páginas. Esto ayuda a tener una idea de cuántos caracteres tiene un libro aunque es mejor hacer este cálculo con formas más precisas, ya que este criterio es muy errático y da pie a errores (por ejemplo, al colocar imágenes)
Por desgracia, no siempre se puede dar rienda suelta a la creatividad, debido a que ésta queda limitada por los costos, la uniformidad del libro y sobre todo la legibilidad. Por eso, la editorial tiene el gran problema de selecciona el diseño más bueno, bonito y barato para sus libros. Por supuesto, en el caso de los best sellers es otra cosa, ya que ahí se elimina la B de barato.
Para que las tres B funcionen adecuadamente el diseñador debe intentar crear un libro con un cierto número de páginas. Claro que reducirlo siempre es una opción tentadora, pero a la larga puede causar muchos errores que desemboquen en la reimpresión del libro (con eso de que lo barato sale caro…)
Otro punto muy importante es el papel. El diseñador debe de seleccionar un papel, y éste debe ser un punto medio entre lo bonito y lo económico. Aunque la cosa cambia cuando se habla de libros de arte, moda, fotografías y ediciones especiales, en los cuales el papel debe ser el mejor para poder hacer justicia a las imágenes. Aunque es importante acotar que, por el costo del papel, muchos libros de arte tienen tirajes limitados (Daré dos ejemplos: la edición especial del libro de Helmut Newton, editado por Taschen –sí, sí, el del tamaño monstruoso- tuvo apenas un tiraje de 2000 ejemplares. Y el de los dibujos de Hunter S. Thompson –el de Miedo y Odio en Las Vegas- apenas llegó a los 1000 ejemplares. ¿La causa? El papel (Acotación de moda. En eso se parecen los libros de arte a los bolsos Birkin. Acotación cerrada)
La uniformidad del libro es un factor en extremo importante para que el diseño sea considerado como bueno. La tipografía, orden e idea central debe ser igual en todo el libro. Aunque en ocasiones algunos diseñadores hacen unas portadas maravillosas, artísticas e innovadoras… y el resto del libro es aburrido. Este es un grave error en el diseño de un libro.
La impresión, tipografía y encuadernación son factores cruciales en la selección del libro. No sólo porque son los que deben tener menos errores sino que saltan a la vista inmediatamente en el lector. En ocasiones tiradas enteras de libros salen pésimamente encuadernadas aunque con un diseño maravilloso… y esto arruina el esfuerzo del diseñador. Es otro de los principales errores en la industria editorial.

En fin, eso es lo que pude recolectar. Espero que haya salido mucho más decente que mi otra entrada… aunque, pensándolo bien, no me salió nada mal. Debería repetir el método.

Bueno, para esta ocasión escuché al principio Samson de Regina Spektor (no soy su fanático número uno pero esa canción me gusta mucho) y después regresé a mi fanatismo de Radiohead. La canción que estoy oyendo en este momento es 2+2=5 del Hail To The Thief. No escuché el disco entero porque mi oído facilón se fue sólo con los sencillos. Con el nuevo disco no cometí el mismo error. En fin, ya me faltan un par de entradas, las cuales estarán a la brevedad.



ese es Samson... y este es 2+2=5 (en vivo con el buen David Letterman)

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